Este pueblito de pescadores es el nuevo balneario que se está poniendo de moda en el Nordeste de Brasil. Está a 100 kms de Maceió.
Con solo 8.000 habitantes, São Miguel dos Milagres es un pueblito de pescadores ubicado a 100 kilómetros de Maceió, un recodo del Nordeste de Brasil con buen clima todo el año. A diferencia de algunas ciudades cercanas, ofrece aislamiento, tranquilidad, playas preservadas y semidesiertas y el encanto de mantenerse ajeno al turismo masivo.
São Miguel dos Milagres forma parte de la ruta ecológica “Costa de los Corales”, una región protegida por la legislación ambiental brasileña. En contraste con los resorts “todo incluido” de su vecina Maragogi, o la agitación nocturna de Porto de Galinhas, en Milagres lo que el visitante encuentra es una naturaleza privilegiada, un mar color azul, cielo, posadas con encanto, buena gastronomía, playas sin oleaje y pequeñas lanchas pesqueras. Nada más y nada menos.
La Ruta Ecológica que se entiende por la costa de los estados vecinos de Pernambuco y
Alagoas comprende unos 25 km, a lo largo de los cuales se encadenan pequeñas ciudades accesibles a pie, bicicleta, en jangada (lanchas planas que no dañan los corales durante la nevegación) o en paseos de buggy, un clásico de la zona.
La ventaja de São Miguel dos Milagres y la Ruta Ecológica es que aún es un espacio poco explorado por el turismo y conserva el ambiente apacible de pueblo del interior, sin grandes movidas festivas ni multitudes. La ciudad cuenta con cinco playas muy preservadas que pueden recorrerse a pie, pero el pase de una a otra se puede complicar con la suba de las mareas (consultar siempre antes de hacer la travesía).
Las playas
Porto da Rua es una especie de “pequeño centro” de São Miguel dos Milagres, y su costanera es amplia, delineada por una seguidilla de palmeras y donde los corales forman piscinas naturales que son su gran atractivo. Cuando la marea baja, el mar se “retira” y hay que caminar varios metros para acceder al agua. Toque, al lado, tiene características similares y junto a la playa de São Miguel dos Milagres suelen ser el punto de partida de las excursiones de “jangadas” para hacer snorkel en las piscinas naturales y bancos de arena, ubicados a unos 15 minutos de navegación de la costa.
Muy tranquila, la playa del Riacho es una opción para los que buscan algo de infraestructura, que no abunda en la zona: algunas carpas y restaurantes a la orilla del mar son la excepción. Aquí la premisa es sumergirse en la magnificencia de unas aguas calmas y cálidas, que le valieron a toda la región el apodo de “Caribe brasileño”; desde Riacho se llega caminando hasta la playa de Marceneiro, casi desierta, donde se encuentra la pequeña iglesia de São Miguel dos Milagres, postal obligada de la visita. La Praia do Patacho es una de las bonitas de los alrededores, cercada por cocoteros, aguas traslúcidas y a pocos metros de una oferta hotelera muy sofisticada y exclusiva.
En Milagres la vida nocturna es acotada, entre otras razones porque la naturaleza impone madrugar para aprovechar el día: uno de los imperdibles del viaje es el paseo en jangada a las piscinas naturales, que sólo pueden disfrutarse con la marea baja, para lo cual hay que combinar con los “jangadeiros”, que saben cuándo conviene salir, pero siempre es el amanecer. La excursión en buggy a lo largo de las playas -parando un poco en cada una- es otra tradición de una zona que vive del turismo, la pesca y la venta de artesanías. Las posadas también alquilan bicicletas para recorrer la idílica línea costera.
Cómo llegar
Se puede llegar desde el aeropuerto de Recife (Pernambuco) o desde Maceió (Alagoas); ambos destinos tienen vuelos directos y también con escala desde Buenos Aires a partir de este verano. Hay unos 100 km entre Maceió y São Miguel dos Milagres, un viaje que dura unas 2 horas. Una de las formas de realizar el recorrido es a través de la AL-101, que recorre la costa y se puede aprovechar para hacer paradas en el camino del litoral. Entre Recife y São Miguel dos Milagres el camino insume unas cuatro horas y, aunque es un viaje mucho más largo que el que pasa por Maceió, mucha gente toma esta ruta para visitar también destinos como Porto de Galinhas y Maragogi, viajando por la BR-101.
Precios
Buggy 50 reales; paseo en balsa (muy recomendable) 40-45 reales; comida para dos desde 60 reales, sin bebidas. Como el destino se ha posicionado como exclusivo y boho chic, hay un amplísimo rango de precios que va desde 250 reales por noche en habitación doble hasta 2.000 reales por cabañas con piscina privada, a metros de la playa.
¿Cuándo ir?
Milagres es un destino siempre cálido, por lo que se puede disfrutar del mar en cualquier época del año: la temperatura media anual de la localidad es de 25 °C. Las lluvias aisladas son más frecuentes entre abril y agosto, pero el mes más lluvioso es julio. Esto no impide que haya días soleados durante el invierno, porque a menudo las lluvias son pasajeras.
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