Airbnb: ¿amenazado en Europa al igual que en Nueva York?

En muchos destinos europeos, se endurece la legislación que enmarca los alquileres temporarios. 

La prohibición en Nueva York de alquilar viviendas enteras a corto plazo es sin duda una llamada de atención para las plataformas de tipo Airbnb. De hecho, muchos detractores de este modelo de la economía participativa celebraron la medida, porque las acusan de alterar el mercado del alquiler. En los lugares más visitados del mundo, se generó un innegable “efecto Airbnb”. Un número creciente de propietarios orienta sus unidades hacia alquileres de corto plazo, provocando un achicamiento de la oferta de alquileres convencionales y un incremento de los precios

Según un informe de tres académicos de la Universidad de Graz (Austria), publicado en la revista Journal of Housing Economics, los propietarios de departamentos se ven tentados de alquilarlos en plataformas como Airbnb. El estudio revela que un alquiler semanal por esta vía es casi el doble que un alquiler a largo plazo. Esta diferencia es aún mayor en las ciudades más turísticas. En Nueva York, un organismo oficial calculó que la oferta de viviendas en plataformas superaba las 13.000 unidades en 2018, contribuyendo al incremento del precio del alquiler convencional que se notó ese mismo año. La creciente oferta en Airbnb afecta también el sector hotelero, sujeto a mayores restricciones y cargas que los propietarios de viviendas. 

Entre las ciudades europeas que han adoptado medidas restrictivas para los alquileres temporarios desde plataformas online, las pioneras fueron ÁmsterdamBarcelonaFlorenciaLondresMúnichParís Roma. Tres de ellas (Londres, París y Roma) son las que encabezan la lista con la mayor oferta del continente. Las ciudades más restrictivas son ahora Ámsterdam y Barcelona. Desde 2021, Barcelona prohíbe alquilar pisos enteros por menos de 31 días. Ámsterdam acaba de endurecer su legislación, obligando a los propietarios a alquilar sus alojamientos durante no más de 30 días al año. Florencia y Roma les siguieron los pasos, restringiendo -o incluso prohibiendo- los alojamientos Airbnb en sus centros históricos. Lisboa adopta ahora la misma medida; mientras que Múnich Stuttgart (en Alemania) limitan el número de días de alquiler a 60 y 70, respectivamente. Y la lista se va alargando a medida que pasan las semanas. Viena también cambió las condiciones de los alquileres de corta duración en julio de este año, al igual que París. 

La oferta en varias ciudades europeas

(Ciudad – Número total de unidades Airbnb – Precio medio estimado – en €uros)

Ámsterdam 8.386 – 254

Atenas 12.345 109

Barcelona 17.230 – 213

Berlín 12.472 – 133

Bruselas 6.517 – 136

Copenhague 17.027 – 176

Ginebra 2.413 – 253

Lisboa 21.337 179

Londres 81.792 276

Madrid 23.524 183

Milán 23 142 196

París 61.706 199

Roma 26.256 251

Viena 13.296 117

(Cantidades y precios relevados en septiembre de 2023, fuente: Insideairbnb)

Los hoteleros reclaman una legislación uniformizada en toda la Unión Europea. Por el momento, ese tema no figura entre las prioridades de Bruselas. Las únicas uniformizaciones provienen de ciertos países, como Francia, donde desde el 1° de enero de 2023 una normativa regula los alojamientos turísticos amueblados. Se creó un registro obligatorio y varios municipios lo completaron con un periodo máximo de 120 días. En el país más visitado del mundo, donde la presión de Airbnb es muy fuerte, se quiere aliviar el mercado de los alquileres convencionales. En el solo barrio de Montmartre, en París, la oferta disponible en Airbnb se eleva a 6.834 departamentos. Es para prevenir tales excesos que el nuevo plan de desarrollo urbano local, presentado en junio de 2023, prohíbe la comercialización de “nuevos alojamientos turísticos amueblados profesionales en edificios residenciales y en el sector turístico”. 

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