Pagar menos para un crucero: algunos errores que hay que evitar

Consejos para pagar menos a la hora de reservar un crucero

Los cruceros son muy tentadores, pero su precio puede desalentar a muchos viajeros. Es importante evitar de cometer errores para evitar de pagar de más.

Consejo 1: la mejor forma de efectuar la reserva

Hasta las propias navieras lo reconocen, es siempre mejor pasar por una agencia de viajes, que cuentan con precios especiales y promociones que no aparecen en otros canales de venta del mercado. Se recomienda especialmente a quienes van a hacer su primer crucero, porque el agente los podrá asesorar y guiar en cuanto a servicios, opcionales y adicionales. También existen sitios especializados en saldos que venden las cabinas que quedaron libres a bordo de los barcos. Los descuentos en tal caso pueden ascender hasta la mitad del precio u ofrecen muy interesantes promos como el segundo pasajero sin cargo.

El sitio de AB Croisieres es uno de ellos y compila tanto promociones de las navieras como ofertas “last minute”.

Consejo 2: los extras opcionales

El precio de un crucero se infla con varios extras opcionales, como por ejemplo una cabina con balcón en lugar de una simple o una interna. En el caso de un barco panorámico, no es un gasto muy necesario además, aunque de un toque de lujo al viaje. Hay que recordar que los camarotes interiores, sin balcón ni ventanas, suelen costar la mitad que los camarotes de lujo. Con el dinero ahorrado, qué mejor que invertirlo en mejores excursiones durante las escalas en puertos.

Consejo 3: elegir el buen momento para efectuar la reserva

Según los expertos, los mejores aparecen al momento del anuncio de un nuevo itinerario o 12 semanas antes del inicio del viaje. Es cuando los precios alcanzan sus niveles más bajos para dar el impulso inicial a las ventas y para tratar de llenar los barcos. También se puede optar por las reservas de último momento, para beneficiarse de unos descuentos de dos cifras. En este caso, hay que tener flexibilidad en cuanto a fechas y destinos.

Consejo 4: evitar de pagar la tarifa plena para los niños

Como el resto de los productos turísticos, los cruceros salen más caros durante los periodos de vacaciones escolares. Cuando se viaja en familia con niños no siempre se pueden elegir fechas de temporadas bajas. Hay que saber que además, algunas compañías cobran un precio fijo por persona, sin discriminar la edad. Son las que hay que evitar cuando se viaja en familia. Dentro de una misma compañía, esta política puede llegar a cambiar según los momentos del año o según los barcos. Lo mejor es estudiarlo desde un sitio (o con un agente de viaje) y elegir las opciones más generosas con los niños a bordo. En algunos casos, se bonifica el costo del viaje de niños de baja edad.

Consejo 5: racionalizar el uso de las conexiones a Internet

En los puertos y durante las escalas, es posible conectarse a los proveedores habituales, dependiendo del abono que cada uno tenga para sus celulares o tabletas. En el alta mar, la única conexión es por satélite y es muy cara. Si bien algunas navieras bonifican a sus clientes con un paquete de Internet, no suele ser de muchos gigas y las conexiones son por lo general de calidad mediocre. Las compañías tratan de vender paquetes con más gigas para usar a bordo. Su precio es por lo general bastante elevado y a veces es un gasto que se cobra por día, lo que encarece mucho el precio de un viaje. Al mismo tiempo, hay que recordar que el servicio no suele valer el monto pagado y que es mejor esperar las escalas para conectarse y ponerse al día con redes, correos y otras comunicaciones.

Consejo 6: el costo del alcohol a bordo

Los cruceros son como paréntesis festivos en la vida de uno. Muchos pasajeros optan por contratar los paquetes full que incluyen bebidas sin límite, alcohol incluido. Es un opcional que encarece notablemente el precio del viaje. Al mismo tiempo, los paquetes y precios de base solo incluyen aguas, gaseosas y cafés o tés. En tal caso se paga por cada trago o bebida adicional consumida en bares y restaurantes durante el viaje. La opción más gasolera es llevarse su alcohol preferido a bordo (las compañías suelen autorizar una botella por persona). También se puede comprar en las boutiques sin impuestos a bordo de cada barco.

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