Turismo: ¿qué es lo que desanima a los viajeros mayores?

Una nueva investigación ha identificado una serie de limitaciones que llevan a las personas mayores a renunciar a sus viajes. La industria se pierde así a un público muy importante, que tiene tiempo y capacidad económica para realizar varios viajes y salidas al año.

Por Corinne Chevalier, Profesora titular de Ciencias de la Gestión, Université Paris-Saclay y Gaëlle Moal, Profesora e investigadora en marketing, L@bIsen y LEGO Laboratories, Yncréa

Los viajeros senior de hoy representan una fuente esencial de crecimiento para la industria turística. Hay varias razones para ello. En primer lugar, el número de personas mayores aumenta considerablemente a medida que envejece la población mundial. Además, la actual generación de mayores es especialmente aficionada al turismo y, entre los 60 y los 75 años, permanecen más tiempo que los jóvenes. Los mayores también viajan más durante la “temporada baja”, es decir, el periodo entre la temporada alta y la baja, lo que contribuye a ampliar la temporada turística.

Sin embargo, el acceso a estos diversos beneficios sólo es posible si las personas jubiladas pueden viajar cuando lo deseen. Por lo tanto, comprender qué puede impedirles viajar sigue siendo esencial para permitirles acceder a experiencias turísticas.

Un estudio cualitativo de 15 personas mayores de entre 60 y 85 años, presentado en mayo de 2023 en la Conferencia Anual de la Academia de Ciencias del Marketing, nos permitió identificar varios tipos de obstáculos para viajar.

“Me hubiera gustado hablar inglés

Las limitaciones relacionadas con el ocio, que varían con la edad, pueden clasificarse en tres categorías, según explican los investigadores estadounidenses Duane W. Crawford, Edgar L. Jackson y Geoffrey Godbey: limitaciones intrapersonales, interpersonales y estructurales.

Los condicionantes intrapersonales, que se refieren a condicionantes internos y psicológicos como la experiencia previa, el sentimiento de culpa y la falta de confianza del individuo en sí mismo, son los más poderosos. Influyen naturalmente en las preferencias de ocio. A este respecto, nuestros entrevistados mencionaron en primer lugar la disminución de la capacidad física, la energía y la dificultad de adaptarse a un nuevo entorno.

Couple de personnes âgées regardant une carte
Dificultades para adaptarse a un nuevo entorno, un obstáculo para viajar. Wikimedia, CC BY-SA

Estas limitaciones se refieren en particular al impacto psicológico del envejecimiento: la dificultad de salir de casa es mencionada a menudo por nuestros entrevistados. Por último, se menciona la falta de recursos de comunicación, y los entrevistados aluden a su escasa capacidad para hablar otro idioma:

“Me hubiera gustado hablar inglés porque es un idioma internacional. Las pocas palabras que sé no bastan para comunicarme. Eso me frena un poco cuando voy a Estados Unidos, por ejemplo.

Las limitaciones interpersonales, de carácter social y cultural, están vinculadas a la asociación con otros individuos. Incluyen, por ejemplo, no tener pareja con quien realizar la actividad. Nuestros encuestados de más edad señalan a menudo la ausencia de un compañero de viaje tras la viudedad o el divorcio:

“Mi marido y yo tenemos gustos opuestos a la hora de viajar: él quiere ir al sol, bajo los cocoteros. A mí no me gusta el calor. Prefiero ir a países más fríos.

Por último, las limitaciones estructurales son externas al individuo y de naturaleza contextual. Reflejan los recursos necesarios para practicar la actividad de ocio en cuestión e incluyen, por ejemplo, la falta de dinero. A este respecto, nuestros encuestados aducen a veces la insuficiencia de recursos o la dificultad de desprenderse de un animal de compañía:

“Tengo que meter a mi perro en una perrera cuando me voy de viaje. No tengo otra solución, así que lo hago, pero las molestias superan al placer de viajar.

Del mismo modo, nuestros entrevistados citan su falta de disponibilidad (sobre todo debido al trabajo voluntario o al apoyo familiar), el miedo a dejar su casa desatendida y una oferta de viajes que consideran insuficiente. Lamentan además la falta de flexibilidad que ofrecen los viajes organizados:

“Me encanta la naturaleza, así que me gusta tomarme mi tiempo y parar donde quiera para admirar el paisaje. En un viaje en grupo, me gustaría parar en algún sitio, pero no puedo porque tenemos que estar en otro lugar a una hora concreta.

Disfrutar de la vida

Las personas mayores representan un potencial económico innegable para los profesionales del turismo, pero su consumo de viajes está disminuyendo hasta el punto de dejar de hacerlo por completo debido a las numerosas limitaciones a las que se enfrentan.

Y, sin embargo, como explicamos en otra investigación, viajar genera emociones positivas y beneficios espirituales que contribuyen al bienestar de las personas mayores: da sentido a sus vidas, se revelan o comprenden mejor a los demás y su relación con la naturaleza. Además, a una edad en la que los mayores son conscientes de su propia mortalidad, viajar es una forma de disfrutar de la vida y crear recuerdos.

Couple de personnes âgées marchant sur une plage de sable fin
Viajar es una fuente de emociones positivas para las personas mayores. Pxfuel.com, CC BY-SA

Por lo tanto, parece necesario comprender los obstáculos a los viajes para ayudar a los profesionales del turismo a adaptar sus servicios y ofertas en el contexto del envejecimiento de la población. Se pueden hacer varias recomendaciones a estos profesionales, como ofrecer viajes que tengan en cuenta la edad avanzada de estos turistas. Estas vacaciones pueden adaptarse para evitar tiempos de viaje excesivamente largos y trayectos agotadores, con asistencia en casa. El operador de cruceros Costa Cruceros ha desarrollado incluso una oferta reservada a los mayores de 65 años.

El hogar también debe cuidarse mientras la persona mayor está fuera, al igual que su mascota. Todas estas recomendaciones contribuirán a eliminar los obstáculos que dificultan los desplazamientos de las personas mayores y les proporcionarán bienestar físico y psicológico.

Esta nota fue preparada por The Conversation.