¿El turismo es culpable de todos los males que padecen los destinos?

¿Sobrepoblación, crisis de la vivienda, lugares que pierden su alma… o creación de empleo y estímulo de las economías locales? ¿Cuáles son los resultados globales para el turismo?¿Sobrepoblación, crisis de la vivienda, lugares que pierden su alma… o creación de empleo y estímulo de las economías locales? ¿Cuáles son los resultados globales para el turismo?

Por Brendan Canavan, Senior Lecturer in Marketing, University of Nottingham, Reino Unido

Este verano, mientras saborean sus bebidas en los soleados cafés, los turistas pueden sentirse a veces un poco incómodos: como si su presencia no fuera del todo bienvenida… En Portugal, Atenas, Mallorca, Tenerife y Annecy, la temporada 2024 ha vuelto a estar marcada por una oleada de manifestaciones contra los turistas, que supuestamente están desplazando a los residentes locales y homogeneizando la cultura en destinos populares. Los barceloneses, enfadados, rociaron a los visitantes con pistolas de agua. El pasado enero, el director de la Galleria dell’Accademia de Florencia causó polémica al declarar que la ciudad había vendido su alma a los turistas, describiéndola como una “prostituta”.

Las protestas contra el turismo no son nuevas, y sus motivos no son siempre los mismos. Sin embargo, tienen un denominador común: las economías locales no se benefician del turismo, mientras que los costes de acoger a los visitantes no dejan de aumentar.

Las protestas contra el turismo no son nuevas, y sus motivos no son siempre los mismos. Sin embargo, tienen un denominador común: las economías locales no se benefician del turismo, mientras que los costes de acoger a los visitantes no dejan de aumentar.

¿Están justificados estos eslóganes y acciones contra el turismo? El sector representa en torno al 5% de la actividad económica de la Unión Europea, apoyando directa e indirectamente el empleo y las empresas. Sin el turismo, muchas regiones serían económicamente más pobres.

En Mallorca, sin embargo, los manifestantes señalaron que los turistas están ocupando las playas, ejerciendo presión sobre los servicios públicos y elevando el coste de la vivienda a un nivel que los residentes no pueden permitirse. Probablemente, no se equivocan, pero no ven el panorama general.

Una forma de exportar y una fuente de empleo

Se calcula que en 2023 habrá 1.300 millones de viajes de turistas internacionales. Estos turistas gastarán más de 1,5 billones de dólares (unos 1,4 billones de euros) en sus viajes: aproximadamente el tamaño de la economía española. Si el turismo fuera una nación, formaría parte del G20.

Además, como los viajeros internacionales ganan dinero en su país de origen y lo gastan en otro, el turismo internacional se considera una exportación para los países de acogida. En 2022, los turistas internacionales gastaron casi 370.000 millones de euros en los 27 países de la UE. Estos ingresos por exportación ayudan a equilibrar el coste de las importaciones y a pagar productos como alimentos y combustible que no están disponibles localmente.

A nivel mundial, la industria del turismo es también una importante fuente de empleo. En 2019, antes de la pandemia, los viajes y el turismo representaban el 10,5% de todos los empleos. En algunas islas del Caribe, más del 90% de los empleos corresponden al sector turístico.

Los beneficios de acoger turistas se dejan sentir también en otros sectores. Los productores de alimentos y bebidas venden sus productos a los turistas, por ejemplo, y los agricultores pueden diversificar sus ingresos ofreciendo experiencias turísticas como catas de vino.

Factores complejos y alternativos

El turismo genera, por tanto, una importante actividad económica. Pero los estudios demuestran que los ingresos que se quedan en un destino suelen estar limitados por las tasas de fuga. Se calcula que por cada millón de dólares que gastan los turistas en Seychelles, menos de la mitad se queda en la economía local. Estos ingresos pueden perderse por la importación de productos que no están disponibles localmente, como alimentos o gasolina, pero también cuando las instalaciones turísticas son propiedad de extranjeros.

El desarrollo del turismo tiene sin duda sus inconvenientes. La afluencia de personas a destinos populares puede agravar los problemas de congestión de los servicios públicos y los espacios compartidos. Pero las cuestiones planteadas en las protestas, como el aumento del coste de la vivienda, suelen deberse a factores más complejos y diversos.

Un estudio realizado en Londres, por ejemplo, una ciudad que se enfrenta a una escasez extrema de oferta y a un número creciente de “generaciones de inquilinos”, concluyó que Airbnb desempeña un papel relativamente insignificante en el aumento de los costes de la vivienda. Otro estudio, sobre Carolina del Sur, en Estados Unidos, demostró que el alquiler vacacional a corto plazo puede estimular a los microempresarios del sector hotelero y ayudar a los residentes a maximizar el potencial económico de sus viviendas alquilando las habitaciones vacías.

¿Qué pueden hacer los turistas?

En última instancia, lo que une a muchos manifestantes contra el turismo es la exigencia de respeto. Las investigaciones han demostrado que el turismo excesivo no es sólo un problema de masificación, sino un problema a largo plazo derivado del trato inadecuado que reciben los residentes en el proceso de desarrollo turístico.

Los turistas pueden demostrar que respetan a sus anfitriones y contribuir a mitigar la antipatía, en particular haciendo que sus vacaciones sean lo más rentables posible para los centros turísticos.

Pueden elegir gastar su dinero en empresas más pequeñas, propiedad de residentes, inyectando más dinero en la economía local que acudiendo a las grandes multinacionales, que envían sus beneficios a sus sedes, con un alto índice de fugas.

Elegir operadores, servicios y destinos más sostenibles también suele reportar beneficios económicos. En Mauricio, por ejemplo, el gobierno ha invertido en la planificación del turismo sostenible, impulsando el crecimiento económico y aportando beneficios a los residentes.

Visitar lugares menos conocidos también contribuye a extender los beneficios económicos a su alrededor. En Escocia, el turismo de naturaleza genera unos 39.000 puestos de trabajo a tiempo completo.

Puede resultar fácil convertir a los turistas y al turismo en chivos expiatorios de problemas económicos más profundos. Los turistas son una presencia muy visible y a menudo muy molesta. Pero sin ellos, los destinos serían probablemente más pobres y los problemas económicos al menos igual de grandes.