La antigua Biblioteca Nacional argentina reabre sus puertas como joya patrimonial porteña

En el corazón de Buenos Aires, hay un edificio que muchos pasan por alto sin saber que allí trabajó Jorge Luis Borges, que vivió un director francés que reformó la historia cultural del país, y que, antes de ser templo de libros, iba a ser sede de la Lotería Nacional. Hoy, esa construcción centenaria abre sus puertas con visitas guiadas gratuitas y se posiciona como uno de los nuevos imperdibles culturales de la ciudad. La ex sede de la Biblioteca Nacional se reconvierte en el Centro de Estudios Borgianos y abre parte de sus salas a visitas públicas.

El edificio fue inaugurado en 1901 y formó parte del ambicioso plan de obra pública de Julio Argentino Roca. Diseñado por el arquitecto Carlos Morra, exhibe un estilo ecléctico con impronta neoclásica y detalles artesanales que aún se conservan. Fue Paul Groussac, director de la biblioteca en ese momento, quien convenció al gobierno de convertirlo en la sede oficial de la Biblioteca Nacional. Y así, comenzó su legado.

Durante el recorrido —que parte desde un imponente hall con vitrales de época— se recorren salas recuperadas que permiten asomarse al espíritu original del edificio. Desde los pasillos que aún conservan el mobiliario original, hasta los techos decorados con nombres de pensadores y musas clásicas, todo está impregnado de memoria y belleza.

Pero si hay un nombre que magnetiza al visitante, ese es el de Jorge Luis Borges. El escritor fue director de la Biblioteca entre 1955 y 1973, cuando ya era una figura reconocida internacionalmente. Durante la visita guiada se puede conocer la sala donde trabajaba, sus libros anotados a mano (hoy recopilados en una edición especial), su influencia en la colección de obras, y hasta el famoso escritorio semicircular diseñado para personas no videntes, idéntico al que usaba.

También se exponen fotografías originales, documentos y detalles curiosos, como su preferencia por escribir directamente sobre los márgenes de los libros —hábito impensado hoy, pero permitido para alguien que era, literalmente, el alma de la institución.

Una experiencia íntima en pleno centro

Las visitas son gratuitas, se realizan con guía especializado y duran aproximadamente 45 minutos. Es una excelente opción para viajeros que buscan una experiencia diferente, cultural y no masiva. El paseo no solo permite descubrir la historia de la biblioteca, sino también disfrutar del arte y la arquitectura del lugar.

Además, la cercanía con Plaza del Congreso, la Avenida de Mayo y la calle Corrientes lo convierte en una parada ideal para sumar a un recorrido urbano por el centro histórico de la ciudad. Al finalizar, se puede visitar la librería de la Biblioteca Nacional, ubicada a pocas cuadras, donde se encuentra el libro Borges. Libros y lecturas y otros títulos clave del autor.

Ingreso por México al 564. Visitas gratuitas, de lunes a viernes, con reserva previa (consultar disponibilidad escribiendo al mail centro.jlborges@bn.gob.ar).

El lugar es fotogénico, con vitrales, escaleras antiguas y escritorios que parecen salidos de una película de época. Una visita en fotos:

Algunos testimonios de Jorge Luis Borges en el histórico edificio:

El escritorio de Paul Groussac:

Más fotos de los espacios abiertos al público: